Para nadie es un secreto la situación tan crítica que se vive con el transporte público en Venezuela… sin embargo gracias a nuestras máquinas no lo vivímos en carne propia, hasta que llega el día que hay que hacerle un trabajito a carro y debemos pararlo por 1 día o más…
Mi experiencia:
Decidí hacerle una afinación completa al carro, la cual incluyó: reemplazo de bujías, cables, bobina, limpieza de inyectores, limpieza del cuerpo de aceleración, válvula IAC, filtro de gasolina…
Con los inyectores desmontados salí de mi casa a una parada de autobús, eran las 9 de la mañana y a pesar de no ser hora pico la gente esperaba de pie y sentada… a que llegará una unidad… yo me dirigía a La California desde el centro de Caracas… Con el tráfico y paradas habituales 1 hora y 20 minutos de camino…
Tuve la fortuna de hallar puesto en la buseta cuando me subí… fortuna que duró pocos minutos pues la buseta se llenó de personas de la 3era edad y tuve que ceder el puesto… como a los 30 minutos me pude volver a sentar y a los 5 minutos me tuve que levantar para ceder el puesto otra vez… En fin… Estuve de pie casi todo el trayecto.
Cabe destacar que esto de ceder el puesto no es solo caballerosidad… pues si no lo haces, las personas de pie te atacan con malos comentarios… se te recuestan hasta el punto que casi los llevas cargados… un muchacho que estaba sentado a mi lado se recostó del vidrio y cerró los ojos y una persona de la 3era edad exclamo: “Ahora se hacen los dormidos!”. Una actitud bien hostil por parte de los adultos mayores. Hay algunos que apelan a la manipulación y apenas se están subiendo al bus exclaman: “Ay como me duelen esos pies!”
Son las 10 de la mañana y hace calor…
Se montan vendedores ambulantes de chupetas… Personas pidiendo dinero con alguna historia de trasfondo…
Finalmente llego a mi destino y entrego los inyectores para que le hagan la limpieza respectiva con ultrasonido.
Entrego los inyectores y regresa dilema: Encontrar una buseta para volver…
Hay tan poquito transporte en Caracas que aunque no lo crean: La buseta en la que me fui… fue la misma en la que regresé! Con todas las incomodidades y peripecias del primer viaje.
Finalmente se culminó el trabajo en el vehículo y quedó como nuevo! Lo amé y extrañé como el primer día!
Reflexión:
Nadie debería pasar por ese suplicio de tener que guerrear todos los días con este pésimo servicio de transporte público en Venezuela, mucho menos la gente de la tercera edad o con alguna discapacidad, quienes incluso deberían contar con unidades con acondicionamiento especial. Nosotros a Dios gracias tenemos nuestros carritos… los cuales tenemos que seguir tratando como a la niña de nuestros ojos para no padecer este calvario que a diario sufren tantas personas.
Saludos.