Economistas piden se “sincere” el precio del hidrocarburo, que genera una pérdida anual de $12.592 millones para el
Gobierno venezolano, pero entre los expertos las propuestas de cuánto debería costar no son uniformes y dependerán de que se ejecuten ajustes cambiarios
ORIANA VIELMA GÓMEZ / Contrapunto
El precio de la gasolina en Venezuela se ha mantenido estático durante dos décadas, desde 1997, convirtiéndose en la más barata del mundo. Ahora, todo parece indicar que este 2016 se concretará su aumento, especialmente, desde la confirmación que hizo el presidente Nicolás Maduro en la presentación de la Memoria y Cuenta ante la Asamblea Nacional: “Llegó la hora de hacerlo”.
Tras la estrepitosa caída de los precios del petróleo, el aumento del combustible se plantea como una medida lógica entre los países que conforman la OPEP, cuyo primer paso lo dio Arabia Saudita al anunciar un alza de hasta 50% en el valor de los carburantes. De esta forma, después de Qatar, Emiratos Árabes, Irán y Nigeria, Venezuela podría convertirse en el sexto país en ejecutar el incremento.
Ya las propuestas para aumentar el hidrocarburo reposan sobre el escritorio del Jefe de Estado. Según medios de comunicación, el ministro de Energía y Petróleo, Eulogio del Pino, hizo una proposición para incrementar el diferencial entre los importes de la gasolina de 95 octanos –cuya producción cuesta 300 millones de dólares más a la compañía Petróleos de Venezuela (Pdvsa)– y la de 91 octanos.
Cada litro de combustible cuesta Bs. 1,87 a Pdvsa, explicó Eulogio del Pino, mientras que el consumidor venezolano paga Bs. 0,09.
Esto implica que el costo es 19 veces menor al que debería venderse para cubrir los costos, por lo que la empresa estatal más importante del país pierde alrededor de $12.500 millones al año con este subsidio, que representa el 75,3% del costo del combustible, según la Agencia Internacional de Energía (AIE).
La pregunta ya no gira en torno a si debe hacerse o no, pues parece que la mayoría está de acuerdo con la medida. En una encuesta realizada por Contrapunto, 69% de 175 votos alegaron estar de acuerdo, mientras apenas el 24% respondieron que “no”. La interrogante que se muestra relevante ahora es ¿de cuánto será su alza?
Economistas como Asdrúbal Oliveros, director de la firma de la consultora Ecoanalítica, estimó tres posibles escenarios en un artículo escrito para el portal Prodavinci:
1) Un incremento cercano a los precios internacionales (Bs. 26,6 por litro) que cubriría los costos contables y dejaría un ingreso anual adicional para la industria petrolera de 2,4% del Producto Interno Bruto (PIB).
2) Un aumento equivalente al costo de producción (Bs. 1,87 por litro) que no arrojaría ni ganancias ni pérdidas.
3) Un “aumento tímido” de Bs. 1,3 con un incremento que sólo cubriría el 70% del costo de producción, con lo cual el subsidio seguiría presente. Estos cálculos se sostienen con base en el promedio oficial ponderado, por el peso de a cuánto se liquida cada tasa, explicó Oliveros a Contrapunto.
Así, llenar un tanque de gasolina en un vehículo (que ronda en promedio los 50 litros) estaría en Bs. 1.330 en el primer caso, Bs. 93,5 en el segundo y Bs. 65 en el último caso, el cual es para Oliveros el más probable de ser aplicado por el
Gobierno que “podría estar reacio a la eliminación total de un subsidio que representa una bandera política para el gabinete”.
Otros economistas proponen un aumento mucho mayor, no sólo para recuperar los costos de producción sino para evitar actividades ilegales como el contrabando en zonas fronterizas. Tal es el caso de Víctor Álvarez, exministro de Industrias Básicas y Minería del gabinete de Hugo Chávez y exdirector de Pdvsa, quien sugiere “adoptar un criterio para fijar el precio en un cronograma de 3 años” a partir del cálculo promedio de precios en Sudamérica, convertidos en bolívares a tasa Simadi (Bs. 199,99).
“Planteo que el primer año de aumento el precio de la gasolina sea 50% el promedio de Sudamérica, calculado a la tasa Simadi como una referencia que no puede ser ni la actual tasa de Cencoex ni Sicad porque la distorsión seguiría. El segundo año, el precio subiría al 75% del promedio. Como sigue siendo un precio bajo que continuaría estimulando el contrabando de extracción, el tercer año debería subir a 90% del promedio de Sudamérica”, explicó Álvarez a Contrapunto.
Los 11 países arrojan un promedio de $0,89. De esta forma, el economista plantea que el litro de gasolina ronde los Bs. 90 el primer año, Bs. 134 el segundo y 160 el tercer año. De materializarse esta propuesta, llenar un tanque de combustible promedio de un vehículo podría superar los Bs. 4.500 el primer año, Bs. 6.700 el segundo y Bs. 8.000 el tercero.
Ambos economistas coinciden en que previo al aumento de la gasolina, deben llevarse a cabo modificaciones en materia cambiaria, anuncios que muchos esperan. Mientras que Álvarez habla de unificación de las tasas oficiales, Oliveros plantea la legalización del mercado cambiario “como una etapa previa al desmontaje del control cambiario”.
“El aumento de la gasolina dependerá del tipo de cambio que se va a utilizar, si tuvieses un régimen libre ese sería el tipo de cambio, pero en un régimen diferenciado, a tasa Simadi, los cálculos dan valores muchos más alto (…) Con control de cambio no puede haber unificación, porque sino va a existir un mercado paralelo, al final tendrás siempre dos tasas. En ese caso, se habla de convergencia cambiaria”, aseguró a Contrapunto Oliveros, para quien el tipo de cambio real está en Bs. 80 y quien proyecta que termine el año 2016 en Bs. 170 por dólar.
El último aumento del combustible en 1989, uno de los detonantes de la ola de disturbios conocida como “El Caracazo”, aún se mantiene fresco en el imaginario criollo. El temor de una revuelta popular ha acompañado a los gobernantes venezolanos durante 20 años y, para evitar su alto costo político, han escurrido el bulto. Hoy, lo que cuesta llenar un tanque de gasolina no alcanza para comprar ningún otro producto, ni un caramelo, que supera los Bs. 70 en cualquier kiosco capitalino.
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